ESTADOS UNIDOS.- Programas otrora secretos del gobierno estadounidense en Cuba, como un servicio de mensajes similar a Twitter y un taller de prevención de contagio del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), tenían supervisión inadecuada, conflictos de interés e interrogantes de responsabilidad legal para los involucrados, de acuerdo con un informe del órgano de control de una agencia divulgado esta semana.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), que supervisó el ahora extinto programa “Twitter cubano” y otros, tampoco contaba con una política implementada para proteger labores delicadas de la posible desestabilización que pudieran causarles funcionarios de inteligencia cubanos, se afirma en el informe.
ZunZuneo, como se llamaba el programa de mensajes de texto, estaba entre varios programas de la agencia destinados a la sociedad civil cubana con el fin de generar un cambio democrático en la isla.
El informe del inspector general de la USAID se dio tras una investigación de meses elaborada por The Associated Press en torno a las labores estadounidenses encubiertas en la isla. Dichas revelaciones mostraron cómo una de esas compañías —la cual trabajaba bajo supervisión de la USAID— desarrolló ZunZuneo, organizó un taller para prevenir contagios de VIH con el fin de reclutar a activistas en Cuba, e infiltró a la comunidad hiphopera de la nación.
El informe también mencionó conflictos de interés, incluida la forma en que familiares reciben subvenciones. En un caso, un gerente de operaciones de Creative Associates International —una firma ubicada en Washington crucial para los esfuerzos— se acercó a Nimesa, una compañía técnica perteneciente a un familiar, para realizarle consultas.
“Las agencias gubernamentales están sujetas al escrutinio público”, se afirma en el informe. “Como una agencia gubernamental, la USAID no debería tolerar, mucho menos aprobar, concesiones que constituyen un conflicto de interés. Ese tipo de conflictos, que en ZunZuneo equivalían a nepotismo, incrementaron la vulnerabilidad del programa al fraude, el desperdicio y el abuso”.
Los programas operados por Creative recibieron duras críticas de algunos legisladores estadounidenses, que los consideraron “imprudentes”, “tontos” y “francamente irresponsables”. La AP halló que los artistas cubanos involucrados en el programa fueron detenidos o interrogados por las autoridades cubanas, y una operación secreta estadounidense en el hip-hop resultó contraproducente después de que funcionarios isleños hallaron que un festival de música independiente —uno de los más grandes en Cuba— en realidad estaba respaldado por el gobierno del presidente estadounidense Barack Obama.
La pesquisa del inspector general halló que algunos documentos faltaban, incluidos correos electrónicos enviados y recibidos fuera de las cuentas gubernamentales o en un servicio de mensajes seguros llamado Hushmail. El informe halló que las autoridades también perdieron mensajes cuando empleados de la USAID cambiaban proveedores de correo electrónico, y el personal de tecnologías de la información de la agencia dijo que “llevaría tiempo recuperarlos”.
“Como resultado”, encontró el inspector general, “podríamos estarnos perdiendo comunicaciones importantes”. Previamente la AP había obtenido miles de páginas de documentos, incluidos algunos de esos mensajes, como parte de su investigación.
El informe halló también que la USAID modificó su enfoque en Cuba tras el arresto en diciembre de 2009 de Alan Gross, un estadounidense que laboraba como contratista para la agencia, y al que el gobierno cubano acusó de meter tecnología ilegal a la isla. Fue puesto en libertad en diciembre de 2014.
Ben Edwards, portavoz de la USAID, indicó en un comunicado que la agencia ya ha completado varias recomendaciones del informe, mientras que el resto serán concluidas para marzo de 2016. El texto de 89 páginas contenía 16 recomendaciones para mejorar la rendición de cuentas y evitar los conflictos de interés. (AP)