LA HABANA, Cuba -Según un reciente reporte de la BBC, Cuba es el país de América Latina donde más personas mueren víctimas de los rayos por cada millón de habitantes.
Los datos que mostraron demuestran que las muertes por rayos son más comunes en América Latina que en los países desarrollados, como Estados Unidos y Europa, que también registran una gran cantidad de descargas eléctricas o fulguraciones, nombre como se le conoce en el lenguaje científico.
En los meses de verano en Cuba, debiera arreciarse una fuerte campaña de alerta, para evitar que las descargas electricas cobren tantas vidas, el promedio histórico es de 65 fallecidos, encabezando la lista de mortalidad por causas naturales.
Por ser los meses de verano tan extremadamente calurosos en el trópico, las llamadas tormentas eléctricas son fenómenos meteorológicos recurrentes. Los meses de agosto y septiembre, son los de mayores incidencias eléctricas sobre la tierra. Un fenómeno físico que parte de la conjunción de la alta temperatura del aire con la humedad de la zona, donde se crea una corriente de aire convectiva que arrastra con ella a los aerosoles, creándose una nube de gran desarrollo vertical, definida como cumulonimbo, una suerte de caldo de cultivo para las formación de rayos.
Según datos aportados por el Instituto de Meteorología, que muchas veces acierta en sus pronósticos de ocurrencia de tormentas eléctricas, las localidades de mayor ocurrencias de caídas de rayos son, Bahía Honda, Jagüey Grande , Santiago de las Vegas, Indio Hatuey y Tapaste, aunque en casi todos los pueblos del interior y de la capital se pueden contar historias de muertes por descargas de rayos.
Recientemente se reportaron dos casos de muertos en Santa Fe, dos niños que jugaban fútbol en la calle 296, frente a la funeraria, y anteriormente el Denis, natural de Jaimanitas, había muerto también jugando fútbol con un grupo de amigos, en el Centro Deportivo Eduardo Saborit, antiguo cinódromo de Playa, lugar donde no existía protección de pararrayos.
Se conoce que muy pocas personas sobreviven a una descarga eléctrica. Las secuelas en los que sobreviven son, quemaduras externas, incapacidad para relacionarse, irritabilidad, pérdida del temperamento y espasmos musculares.
Existen muchos consejos para lidiar contra los rayos, desconectar los aparatos electrodomésticos y las antenas del televisor, aislarse sentándose en una silla que no sea de metal, apoyando los pies en una mesa de madera. Si se está en espacios abiertos, retirarse de todo lugar alto y refugiarse en zonas bajas no propensas a inundarse o recibir avenidas de agua, nunca debe comerse en medio de una tormenta y menos con la ropa mojada, deshacerse de todo material metálico, no guarecerse debajo de un árbol, una roca, o elementos prominentemente solitarios, su humedad y verticalidad aumentan la intensidad del campo eléctrico. Y sobre todo, alejarse de embalses de agua, como el mar, lagunas, presas, piscinas.
Si se nota un cosquilleo en el cuerpo, se nos eriza el cabello, o vemos brillar y echar chispas un objeto de metal, hay que echarse al suelo inmediatamente, porque la descarga de un rayo es inminente.
La posición recomendada es colocarse quieto, de cuchillas, lo más agachado posible, ya que se aísla bastante al no sobresalir demasiado del terreno, tocando el suelo solo con el calzado, que según su material nos aísla del suelo.
Pero la mayor causa de las muertes por rayos en Cuba, es la falta de una correcta infraestructura de protección contra los rayos. Sobre todos en las zonas menos favorecidas económicamente, donde los ciudadanos están expuestos además de la carestía de la vida, los altos precios y la indefensión ciudadana ante las leyes y la institucionalidad socialista, también a las continuas caídas de rayos, donde mueren montones fulminados, desprotegidos ante la ineptitud y la indolencia de los cuadros de dirección del estado, que la mayor parte del tiempo están en las nubes, paradójicamente libres de las susodichas fulguraciones asesinas.