LA HABANA, Cuba, enero, 173.203.82.38 -A lo largo de la Historia, y todavía en la actualidad, en muchas partes del mundo, las lesbianas, gays, bisexuales y personas transgéneros son víctimas de actos que atentan contra su integridad física o mental.
Tal es el caso de Irán, uno de los países que aun criminalize la homosexualidad e incluye en su legislación la condena a Pena de Muerte por motivo de orientación homosexual.
Al igual que muchas personas en todo el mundo, me siento alarmada frente a la preponderancia de la violencia y la discriminación, dirigida en esos países contra las personas LGBT.
Pero me alarma mucho más ver como el gobierno cubano recibe con “bombo y platillo” al jefe de un gobierno que viola flagrantemente los derechos humanos, y añade a sus muchos crímenes, las torturas, violaciones, asesinatos y extremas sanciones penales contra las personas LGBT.
El presidente de la República islámica de Irán, Mahmud Ahmadineyad, hace solo algunos días, fue recibido con grandes honores en Cuba. Sin el consentimiento de los cubanos que luchamos a favor de los derechos humanos.
A las personas de la comunidad LGBT, particularmente, nos indigna que la Dra. Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual, quien supuestamente se preocupa y lucha por el respeto de los Derechos Humanos de las lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros, no se haya pronunciado contra la visita a la Isla del presidente de Irán.
Nuevamente ha perdido Mariela la oportunidad de demostrar que realmente le interesa el destino de las personas LGBT. También el gobierno cubano ha lanzado, nuevamente, un mensaje al mundo: “Vengan los trituradores de derechos al paraíso del Caribe”.
El señor Mahmud Ahmadineyad decía, en Teherán, el pasado 12 de diciembre, con autentica hipocresía, que “los buscadores de la libertad verdadera aman al pueblo”.
Y yo me pregunto: ¿Sera que darle muerte a los homosexuales, maltratar a las mujeres, encarcelar y aniquilar a los defensores de derechos humanos, y toda la sarta de violencia y crímenes dirigidos por ese gobierno, son la mejor manera que tiene de demostrar cuánto ama el a los iraníes?
No apruebo el asesinato de los cinco científicos de la república islámica, independientemene de quién lo haya cometido. Pero tampoco apruebo los abusos y crímenes que, en nombre de la religión, la ideología y los prejuicios, ordena este monstruo iraní, recibido con honores en Cuba y los países latinoamericanos de la órbita bolivariana.
¿Hasta cuándo tendremos que permanecer impávidos e impotentes, mientras los dictadores usan nuestros recursos y nuestras vidas para mantener contentos a sus aliados?. ¿Hasta cuándo tendremos que permitir que pisen nuestro suelo, y se diviertan en nuestra isla, gobernantes sádicos e inhumanos a los que no les quita el sueño el sufrimiento que cada día causan a tantas personas?
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