LA HABANA, Cuba.- Hoy está de cumpleaños Eric Clapton, quien ocupa el segundo lugar en la lista de los cien mejores guitarristas de la historia del rock, según la revista Rolling Stone. De nacionalidad británica, Clapton pudiera definirse como un súperdotado que convierte en oro todo lo que toca. Desde The Yardbirds y Cream, dos agrupaciones de culto para los amantes del rock, hasta su carrera en solitario, el apodado Slowhand (mano lenta) ha sabido cosechar éxitos inmortales.
Capaz de moverse en un amplísimo abanico de géneros y estilos, Clapton inició su carrera con apenas 17 años, tras un lamentable desempeño como estudiante y haber demostrado con creces su obsesión con la música. Criado por sus abuelos maternos, alternaba su trabajo de obrero con sus primeros pasos en el mundo de la música, junto a la banda local The Roosters.
En 1963 dio el salto definitivo en su carrera al integrarse a la banda The Yardbirds, que trabajaba la línea del rock con influencias del blues. El joven se convirtió en uno de los guitarristas más populares de la escena musical británica, aplaudido por su libertad e imaginación a la hora de improvisar complicados solos.
El grupo ascendió como la espuma. Llegaron las giras y grabaciones en el Reino Unido, pero pronto se hizo evidente que el mercado a conquistar estaba cruzando el Atlántico. La propuesta de la banda tuvo que decantarse un poco hacia el pop para abrirse paso en Estados Unidos, cosa que lograron con el éxito “For your love”, que llegó al número seis en ese país.
La nueva sonoridad no gustó a Clapton, quien seguía siendo un devoto del blues. El guitarrista abandonó el grupo e inició una etapa de exploración, durante la cual compartió con diversos ensambles que se movían en conceptos musicales diferentes, aunque siempre sobre la base del rock y el blues.
En 1966 fundó la legendaria banda Cream, una de las grandes en la historia, que brindó a Clapton la oportunidad de crear con libertad, evolucionando como compositor, instrumentista y cantante. El nuevo proyecto le abrió, por fin, las puertas de los Estados Unidos, adonde llegó bajo sus propios términos como artista.
Cream arrasó en Europa y América. Enfatizó el virtuosismo musical y puso de moda los solos de guitarra al estilo jam session. Fue una de las bandas que mucho aportó a la complejización e intelectualización del rock, con ritmos y melodías pegajosos que lograban mantener interesada a la audiencia. Temas como “Sunshine of your love”, “White Room” y “Crossroads” figuran entre las más populares del grupo.
Con la fama llegaron también serios problemas a la vida privada de Eric Clapton, marcada por el alcoholismo, la violencia doméstica y la tragedia. A duras penas el músico logró mantenerse a flote y colaborar con otros grandes intérpretes, como George Harrison, Ringo Star y Billy Preston.
Entre altibajos personales consiguió equilibrar su carrera en solitario con proyectos de corta duración, donde siempre resaltó su sello como guitarrista y compositor. De esta etapa se distinguen, entre otras canciones, “Leyla” (junto a Derek and The Dominos), “My Father’s Eyes”, “Change the World” y “Tears in Heaven”; esta última en memoria de su hijo Conor, que murió con solo cuatro años de edad al caer desde un balcón por una ventana abierta en un apartamento de Manhattan.
La extensa trayectoria musical de Eric Clapton le ha ganado tres estrellas en el Salón de la Fama del Rock and Roll —con Yardbirds, Cream y en solitario—, lo cual dice mucho de su maestría y del impacto que han tenido sus composiciones.