Con dicha franquicia debutó en el Big Show en 2017 y tras dos buenas campañas pasó a los Rays de Tampa Bay, donde su nivel creció hasta convertirlo en uno de los bateadores más completos de la Liga Americana.
El antillano ha destacado sobre todo por su habilidad para llegar a base, su buen ojo para los lanzamientos y su capacidad para conectar líneas de hit. Además, ha mostrado versatilidad defensiva al jugar varias posiciones.
Tanto ha elevado su cartel, que 2023 lo vio rubricar la mejor campaña de su vida: fue campeón de bateo del joven circuito (average de .330), lo galardonaron con el Bate de Plata y logró el pasaporte para el Juego de Estrellas.