MADRID, España.- “Mientras tenga voz, mientras tenga dedos para escribir, seguiré luchando, porque mi miedo no puede ser más fuerte que mi hambre, que mis ganas de vivir en un país normal”, dice el joven cubano Adelth Bonne Gamboa, separado a la fuerza de su profesión como instructor de arte y devenido activista por la libertad en Cuba.
Bonne, a sus 29 años, se define a sí mismo como una persona hogareña, que disfruta con hacer reír a la gente y, sobre todo, como alguien que siempre ha manifestado su rechazo a las injusticias.
Su capacidad para comunicar, considera que le viene de haber estudiado magisterio. Este don para la comunicación y su interés por mostrar la realidad de Cuba, por desmentir “ese paraíso falso que a los opresores y a los de régimen les gusta decir”, los fusiona en el programa Gusaneando con Adelth que recientemente ha comenzado con CubaNet.
Sobre sus proyectos con este espacio, la manera de elegir y abordar los temas y la recepción que está teniendo; así como sobre lo que ha padecido por su activismo y su oposición frontal al régimen de la Isla, conversó Adelth con este medio.
—Has comenzado recientemente con CubaNet el programa Gusaneando con Adelth, sobre la realidad cubana. ¿Qué temas tienes pensado seguir tratando en este espacio?
—Con Gusaneando con Adelth yo tengo varias ideas en mente, pero me gustaría sobre todo tratar temas sociales, que están afectando ahora mismo a la población cubana: salud educación, el tema alimentario, la represión. Y exponer la realidad de lo que ocurre en Cuba, en función de desmentir todo lo que sale tanto en la prensa como en los noticieros y las mesas redondas, que no es ese paraíso falso que los opresores y a los de régimen les gusta decir.
—¿Cómo seleccionas los temas para el programa?
—Bueno, yo tengo varios temas en mente, pero a medida que van sucediendo cosas en Cuba ahí aprovecho y hablo siempre de algo actual, que ocurre sobre todo en el período de una transmisión a otra. Cuba está totalmente en movimiento y eso me da pie a temas específicos.
Además, aprovecho la visibilidad y la plataforma para hablar siempre de casos de los presos políticos. Me he propuesto hablar en cada directa, al menos al principio del programa, sobre un preso político, para dar a conocer su nombre y su situación; y sobre los que ahora mismo están plantados o en huelga de hambre, o les están haciendo algo peor que ya estar preso injustamente. Eso es algo muy importante que siempre me he propuesto. Yo comencé haciendo activismo por los presos políticos, denunciando todo lo que pasaban, entonces, no quiero irme de esa línea y seguir denunciándolo en esta nueva etapa de mi vida.
—¿Cómo está siendo la recepción del programa?
—Bueno, la recepción del programa creo que va bastante bien. Incluso me sorprendí mucho con mis vecinos, porque yo prácticamente siempre estoy dentro de casa, pero me pasó que estando cerca del barrio, en el agro, la que me vende me dijo: “Oye, tú eres el de los videos”. El otro día también me sucedió en una tienda. Estaba en la cola y una señora me dice: “Tú eres el muchacho que habla, ¿eh? Ay, pero es que sin espejuelo casi no te conozco”. Y así, por lo menos popularmente creo que a la gente le ha gustado mucho. Yo creo que sí, que está teniendo buena recepción. También lo noto en los comentarios, me han preguntado incluso que cuándo sale y la gente me ha propuesto temas.
—¿Qué retos enfrentas con este espacio?
Yo creo que el reto fundamental es siempre tener un tema que a la gente le interese y desde estos temas abrir los ojos de la gente, sobre todo educar para que hablen con los nombres de las cosas que suceden, que estén al tanto de lo que realmente pasa y de saber sobre todo el porqué. A mí me interesa mucho que la gente sepa el porqué de las cosas y quiénes son los verdaderos responsables. Ese es mi principal reto, que todo lo que suceda, sobre todo socialmente, sea denunciado y sea debatido. Me gusta que la gente comente. Yo leo todos los comentarios.
También intento tratar los temas de un modo que no sea tan tedioso, sino en esta onda más refrescante, con incluso un poco de humor, claro, en los temas que se pueden tratar con humor, porque muchas veces son temas fuertes que influyen en la vida.
—¿Qué te llevó al activismo?
—A mí me motivó ser activista todas las injusticias a mi alrededor, y que un día abrí los ojos y me di cuenta de que con mi silencio estaba siendo cómplice de esas injusticias. Empecé a buscar información, empecé a rodearme de las personas que estaban haciendo lo que yo quería hacer que era activismo, que estaban luchando por la libertad de Cuba, y eso fue lo que básicamente me llevó a estar aquí hoy en día. Siendo ya activista de los derechos humanos he conocido a otros activistas; la mayoría los conozco o me conocen y los he tenido en mi círculo personal de amigos.
Yo empecé cuestionándome muchas cosas, como por qué no había elecciones libres en Cuba, por qué si supuestamente hay libertad de expresión había gente presa por pensar diferente y así me fui, como digo yo, radicalizando. Entonces tuvimos un 11 de julio (11J) y eso me hizo ver en realidad, que ya yo lo que llevaba era un discurso mucho más radical y posicionarme, como se dice uno, del lado correcto de la historia.
Eso fue lo que pasó, pero yo incluso era militante de la UJC, por ahí anda mi carné. Desde dentro de la UJC, ir a las reuniones me convenció de que todo era una pantomima y de que toda esa gente estaba muy mal. De hecho yo siempre estuve “encontrado” con ellos (los dirigentes). Yo siempre caí mal a todos ellos porque yo era como se dice, de los que “ponía la reunión caliente” porque no entendía. Yo fui de los que obligaron a ser de la UJC para poder ser presidente de la Brigada José Martí en el municipio 10 de Octubre y poder dar mis ideas que era lo que yo quería, dar mis ideas para que esa gente que eran cuadros, todos cuadritos, cuadrados, con un manual viejo del 2000, pudieran cambiar y hacer buen trabajo con los niños; para que a los niños les llegara bien el arte, y me obligaron a ser de la UJC.
—Por tu activismo el régimen te ha detenido y acosado en varias ocasiones. A pesar de eso sigues denunciando lo que ocurre en Cuba y has dicho que no sientes miedo. ¿Cómo has llegado a sentirte de esta manera?
—Sigo luchando, seguiré luchando, por lo menos mientras tenga conciencia, mientras tenga voz, mientras tenga dedos para escribir, lo seguiré haciendo porque mi miedo no puede ser más fuerte nunca, como siempre digo, que mi hambre, que mis ganas de vivir en un país normal, que mis ganas de construir algo en la vida que no sea estar todo el tiempo pendiente a apagones, a si la Seguridad del Estado va a venir, a que si no hay esto o lo otro… y eso es lo que me motiva día a día.
Algunas veces sí he sentido miedo. Si te digo que no te mentiría. Yo he sentido miedo, de hecho, lo siento, siento miedo a que en cualquier momento vengan y me tocan la puerta y me lleven; pero al ver todo lo que sucede con todas las personas a mi alrededor, ver la cantidad de gente que está sufriendo, que la está pasando mal por culpa de cuatro gordos allá arriba (el Gobierno) dando órdenes, que no están pasando lo mismo que está pasando el pueblo, es lo que me motiva sinceramente a seguir. He tenido la oportunidad de conocer a los familiares de los presos políticos, todo lo que están sufriendo, conocer de primera mano sus historias que incluso muchas veces no salen como son totalmente en las redes porque hay cosas muy fuertes; y todo eso me motiva a seguir.
—Vives cerca de un lugar donde ocurrieron importantes protestas el 11 de julio de 2021. ¿Cómo viviste el 11J?
—Sí, yo vivo en la parte de Santos Suárez, pegadito a Toyo. Como había pandemia en ese momento yo estaba con mi mamá en Alamar, pero al otro día ya yo estaba aquí (Santos Suárez) averiguando. Yo llegué hasta el Capitolio, incluso yo tenía en mi otro perfil, que tristemente despareció después de un reporte masivo, videos míos caminando, grabando lo que estaba sucediendo. Yo hablé con varios periodistas, y por llamadas les narré todo lo que estaba ocurriendo… Alumnos míos fueron detenidos y está presa mucha gente que yo conocía.
—Has explicado que a uno de los interrogatorios a que te citaron fuiste porque pensabas que así el régimen dejaría de acosar a tu madre. ¿Sucedió así?
—No, después de eso ellos (la Seguridad del Estado) fueron otra vez más, porque ellos son así, no les importa nada. Fueron una vez más y la siguieron molestando, a pesar de que la última vez que fui interrogado, el 15 de febrero de este año, yo les dejé claro que conmigo podían hacer lo que quisieran, pero con mi madre, no. Y ellos volvieron a ir otra vez y yo los volví a denunciar, pero bueno, dice mi mamá que no han ido más desde mayo.
Yo les dije incluso, “si quieren llevarme preso ahora mismo me llevan, pero a mi familia, a mi madre, me la dejan tranquila, porque ella no tiene nada que ver con lo que yo hago”. Mi madre a duras penas entiende Facebook. Ella obviamente está conmigo, me apoya porque es mi madre, pero ella no hace ningún tipo de activismo. Y eso yo se los dejé bien claro.
—¿Qué mensaje les darías a los activistas cubanos que están siendo perseguidos por el régimen?
—A los activistas que están ahora mismo siendo perseguidos por el régimen, lo primero que les digo es que los admiro muchísimo, porque todavía en este punto todo el que hace activismo, todo el que es contestatario, el que no tiene miedo a decir la verdad, a denunciar lo que vive, merece un mérito. No debería ser, porque ese debería ser el deber de todos los cubanos, todo el mundo debería estar haciendo eso, pero en este minuto, como no es la gran mayoría, quien lo hace para mí se merece todo.
Les diría que piensen como hago yo… que puede que uno sienta miedo, porque es una maquinaria lo que está detrás de nosotros, es una dictadura, y puede que sientan miedo, pero que piensen como yo que el universo es justo y estamos luchando por un bien, no por un mal. Nosotros estamos luchando porque la gente mejore, por lo tanto, estamos del lado de los buenos, del lado de la justicia, de la verdad, de lo correcto… y cuando uno piensa en eso, a uno le da impulso a seguir adelante a pesar de todo lo que pueda pasar. Ese es mi mayor mensaje a los activistas, sobre todo que no tengan miedo, que ellos (los gobernantes) perdieron, ellos siguen perdiendo, ellos perderán y algún día las van a tener que pagar todas.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +525545038831, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.