VILLA CLARA, Cuba.- Raúl Machado, al igual que más de 3 000 personas en Santa Clara, está molesto porque no tiene terreno donde construir su vivienda de forma legal. Aunque él solicitó una parcela hace meses al Instituto de Planificación Física (IPF), la institución asegura no poseer terrenos que cumplan las reglas de urbanización y reconocen que solo se ha resuelto una pequeña parte de las solicitudes en lo que va de año.
“Estoy viviendo agregado desde que me casé, hace 4 años. Somos tres familias viviendo bajo el mismo techo. Tengo dos hijos y mi salario de 300 pesos (unos quince dólares) no alcanza para comprar el solar a un particular”, expresó Machado, obrero agrícola.
Él, al igual que muchos jóvenes necesitados de una vivienda, se esperanzó con el Decreto-Ley 322 emitido por el Consejo de Estado en lo relativo a la vivienda.
Agregó la fuente que el mencionado decreto autoriza al IPF a parcelar terrenos baldíos y entregarlos a familias que deseen construir su vivienda por esfuerzo propio, y las facilidades que dan para el pago del terreno a plazos ayuda en gran manera. “Hoy la vida está muy cara; la única opción viable que tengo de construir mi casita legal se centra en conseguir el solar que solicité a comienzos de año por esta vía”, explica Raúl.
Caridad Hernández vive alquilada con sus tres hijos en dos cuartos ubicados en el barrio Condado. Ella por su parte asegura que su matrimonio de trece años lo vivió agregada en casa de los suegros, y a medida que fueron creciendo sus hijos se fueron caldeando las relaciones del entorno familiar: “tratamos resolver un solar no sé ni cuantas veces; primero en lo que era (el Departamento de) Vivienda, después en la UMI (Unidad Municipal Inversionista) y ahora se llama Planificación Física; en fin, el mismo perro con diferente collar, porque todos prometen pero nadie resuelve”.
“Lo que se está realizando hasta ahora es recuperar los solares baldíos dentro de la ciudad y se están agotando. No tenemos terrenos disponibles que cumplan los requerimientos mínimos con las reglas de urbanización”, declaró a la prensa radial Greta Fleites García, jefa de la oficina de trámites del Departamento de Planificación Física.
La funcionaria además reconoció que sólo han logrado entregar 202 solares en lo que va de año, mientras el número de solicitudes supera las 3 000, más adelante señaló que para el plan de urbanización del año 2016, se proponen entregar parcelas con un área que oscile entre 80 y 150 metros cuadrados para la construcción de casas.
“Se realizan estudios de factibilidad para fabricar viviendas dúplex. O sea, cocina, recibidor y demás servicios debajo; los dormitorios en un nivel superior”, dijo Fleites. Agregó la jefa de trámites que, para declarar apto un terreno, se necesita que posea un camino de acceso, un lugar donde evacuar los residuales (alcantarillado) y que se puedan crear o existan cerca del lugar los servicios indispensables como comercios, hospitales y escuelas.
“Aquí para tener una casa hay que fabricarla ilegal, como hacen muchos, porque se cansan. ¿Hasta cuándo van a esperar por la promesa de una vivienda digna para cada cubano que hizo Fidel en la sierra maestra en 1958?”, comentó Maikel Reyes, residente del barrio Virginia. Según el joven, la salvación de sus dos hijos vino de su hermana que hace diez años se casó con un extranjero, y ahora le costeó la construcción de la vivienda. “Si no es por ella, que compró todo por la izquierda, pasaríamos el resto de la vida en un cuarto agregado”, señaló.
Según Maikel, el único programa de viviendas que no se detiene pertenece a los trabajadores civiles del ejército. “Usted se da un saltico hasta el reparto José Martí y va a encontrar cientos de casas cerradas. Les fueron regaladas a militares que en su mayoría ya tienen una casa y a veces hasta dos”.
Las autoridades del territorio reconocen al menos que 17 asentamientos de viviendas ilegales se ubican en la periferia de la ciudad, provocado en gran manera por los deficientes programas para construir casas a la población en los últimos 30 años.