MIAMI, Estados Unidos. — Al menos 36 personas han perdido la vida en la isla de Maui (Hawái) por causa de un devastador incendio avivado por la sequía, el calor extremo y los fuertes vientos del huracán Dora.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró la situación como “desastre mayor” y aprobó la entrega de recursos para el archipiélago.
La Casa Blanca emitió un comunicado anunciando “ayuda federal para complementar los esfuerzos de recuperación estatales y locales en las áreas afectadas por los incendios”
“El presidente Biden confirmó que firmó una Declaración de Desastre Mayor para Hawái que brindará recursos federales adicionales y apoyo, además de las acciones que ya están realizando FEMA, la Guardia Nacional, la Guardia Costera de EEUU y otras agencias federales para apoyar la respuesta de emergencia”, señala la declaración.
El propio presidente Biden se comunicó este jueves con el gobernador de Hawái, Josh Green, y le “expresó sus profundas condolencias por las vidas perdidas y la gran destrucción de tierras y propiedades”.
Hasta ayer, los equipos de rescate seguían luchando contra las llamas en varios puntos de la isla. Las autoridades pidieron a los visitantes que no se acerquen a la zona para evitar la pérdida de más vidas.
Desde el pasado martes, día en que se desató el siniestro, la vicegobernadora Sylvia Luke activó a la Guardia Nacional de Hawái para la asistencia en tareas de evacuación y respuesta a la catástrofe. La funcionaria también declaró un periodo de ayuda de emergencia que estará vigente hasta el 15 de agosto.
La propagación de las llamas en días recientes llevó a muchos residentes de la zona a lanzarse a mar para evitar ser alcanzados por las llamas.
Solo el pasado martes la Guardia Costera rescató a 14 personas, incluidos dos niños, que habían huido al océano para escapar del fuego y las condiciones de humo.