MIAMI, Estados Unidos. — Como suele ocurrir en muchas ciudades del mundo, La Habana alberga numerosas calles y avenidas que no son conocidas por sus nombres actuales, sino por denominaciones que recibieron en el pasado y que han perdurado en el tiempo.
Uno de esos casos es el de Prado o Avenida del Prado, límite entre los municipios de Centro Habana y Habana Vieja, bautizada desde hace mucho tiempo como Paseo Martí, pero que los cubanos siguen nombrando por su apelativo colonial.
En ese sentido, destacan también la famosas calles Galiano y Reina, en Centro Habana, actuales Avenida de Italia y Simón Bolívar, respectivamente. En el caso de Reina, dejó de llamarse así oficialmente en 1918. Cien años después la costumbre ha pesado más que el tiempo.
Otro tanto sucede con la Calzada de Monte, o simplemente Monte, nombrada Máximo Gómez, pero que nadie llama así.
En esa misma línea los habaneros todavía identifican a la calle Zanja, que atraviesa el municipio de Centro Habana, cuyo nombre en realidad es Finlay.
Como mismo ha ocurrido en los casos anteriores, la calle Zulueta es hoy Agramonte y la no tan transitada Concha es la calle Ramón Pintó.
Llama la atención también los casos de Belascoain, que desde 1911 es Padre Varela, y la muy conocida Carlos III, que en 1973 recibió el nombre de Avenida Salvador Allende.
Existen, además, casos como el de la Calzada de Infanta, que recibió en 1921 el nombre de Avenida de Menocal, el cual fue ratificado luego en 1936, pero que hoy sigue apareciendo de manera oficial como Calzada de Infanta.
Si nos vamos a Malecón, conocida así por la inmensa mayoría de los cubanos, es muchos tramos la Avenida Antonio Maceo, además de recibir otros nombres a lo largo del siglo XX.
Reseñas históricas indican que varios tramos de Malecón recibieron diferentes nombres a lo largo del siglo XX, entre los que aparecen Avenida del Golfo, Avenida de la República, Avenida de Washington, Avenida de Pi y Margal y Avenida de la Aguilita. Sin embargo, para los cubanos, Malecón sigue siendo Malecón.