LA HABANA, Cuba.- En el contexto de la Guerra de los Siete Años, y en respuesta a la alianza entre Francia y España, el Reino de Gran Bretaña organizó una poderosa fuerza naval para atacar las colonias españolas de ultramar, entre ellas La Habana. El 6 de junio de 1762 una escuadra de 22 navíos con cerca de 14 mil hombres bloqueó la entrada de la bahía con la intención de acorralar a la armada española y tomar el castillo de El Morro, principal baluarte defensivo de la ciudad.
El plan trazado por los ingleses no sería fácil de ejecutar. El promontorio rocoso sobre el cual se alzaba la fortaleza impedía excavar las trincheras, de modo que las fuerzas británicas tuvieron que enfrascarse en un asedio que duró 44 días. Las autoridades de La Habana, sorprendidas por el ataque y superadas en número, demoraron en organizar la defensa con la esperanza de que llegaran refuerzos, o que la fiebre amarilla y algún huracán diezmaran a las tropas enemigas.
Mientras la armada española se mantenía dentro del puerto, sus marinos fueron enviados a guarnecer El Morro y La Punta, y la entrada de la bahía fue cerrada con una cadena, protegida por tres navíos de línea. Pese a todas estas precauciones, los ingleses desembarcaron por la zona donde hoy se ubica la fortaleza de La Cabaña, y así comenzó la heroica resistencia de los defensores de El Morro, bajo el mando de Luis de Velasco.
Buena parte de las fuerzas inglesas quedaron inutilizadas por la fiebre amarilla, pero su artillería, superior a la española, no dejó de golpear los parapetos del castillo. Fueron numerosas las bajas de uno y otro bando. A pesar de tener todas las probabilidades en contra, Luis de Velasco se mantuvo firme y rechazó la oportunidad de rendirse, incluso bajo sus propios términos.
El 13 de agosto, finalmente, el puerto más importante de las Indias Occidentales cayó en manos británicas. Al cabo de dos meses de enfrentamientos, los ingleses registraron un saldo de 2 764 muertos, heridos, capturados o desertores. Para octubre de 1762 también habían perdido 4708 soldados por enfermedad.
Con la capitulación de La Habana se inició un período de ocupación inglesa que duró once meses, al cabo de los cuales se verificó el canje de la ciudad caribeña por una parte de la península de La Florida.