MADRID, España.- El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) contabilizó 414 protestas públicas contra el régimen de Miguel Díaz-Canel a lo largo de la Isla durante el pasado mes de junio.
La cifra supera por 22 las 392 protestas registradas en mayo y representan un aumento de 60.46 % con respecto a las contabilizadas en junio de 2022 (258). La provincia donde más manifestaciones se contabilizaron fue La Habana, con 172.
Una gran cantidad de protestas (97) estuvieron motivadas por problemas sociales, entre ellos la preocupación ciudadana por la ola de delincuencia que atraviesa el país (robos, asaltos, asesinatos, feminicidios).
“Dos conflictos motivaron un dramático aumento de las protestas de raíz social en Cuba en el mes de junio: un número récord de 13 feminicidios reportados por los observatorios de violencia de género Alas Tensas y YoSíTeCreoEnCuba, que empató y superó por nueve en menos de seis meses la cantidad reportada en todo 2022 (36); y una cifra alarmante de quejas relacionadas con la rampante violencia social y la inseguridad ciudadana”, precisa el OCC en este sentido.
La crisis de alimentos fue otro de los factores que llevó a un elevado número de protestas, en un contexto marcado por “padres pidiendo comida para sus hijos, niños mendigando en las calles, más limitaciones en la oferta estatal de alimentos, incluyendo el pequeño pan racionado cuya venta diaria fue inestable y, mientras tanto, cosechas echadas a perder por la incapacidad de los mecanismos estatales”, expone el Observatorio en su informe mensual.
El documento también se refiere al disfuncional sistema de salud pública, los intermitentes servicios de electricidad, transporte y otros que ocasionaron en total 47 protestas.
Entre las manifestaciones de descontento inspiradas por motivos económicos destacaron una huelga de más de tres días de “boteros” de La Habana debido al nuevo tope de precios a sus carreras decretado por el gobierno; y otra huelga de tarimas vacías de los vendedores en mercados agropecuarios de Sancti Spíritus, también como reacción a precios topados.
Otras muestras de protestas fueron acciones públicas presenciales de personas solitarias; emplazamientos al gobierno por parte de sacerdotes y monjas de las iglesias; transmisiones directas o posts de ciudadanos por vía de las redes sociales; pintadas; comentarios ofrecidos a medios independientes o dejados en medios oficialistas; memes ridiculizando a los dirigentes y la crítica de creadores agrupados en la Asamblea de Cineastas Cubanos a la exhibición desautorizada en la televisión estatal del filme documental La Habana de Fito.
Tras su análisis, el Observatorio Cubano de Conflictos considera que “a pesar de las largas sentencias, el constante hostigamiento, los endurecidos instrumentos legales y el uso de la fuerza bruta autorizado a los jenízaros del régimen, el OCC aprecia en la secuencia de sus últimos informes mensuales no solo el hartazgo de los ciudadanos con un régimen que además de oprimirlos no cubre satisfactoriamente ninguna de sus necesidades. También se percibe una marcada tendencia a expresar sin pelos en la lengua el descontento, identificando claramente a sus culpables, que no existía bajo el totalitarismo comunista”.