MADRID, España.- José Antonio Saco es una de las personalidades más estudiadas de la Historia y la Cultura cubanas y sobre las que más se ha publicado. Incluso sus tres primeras biografías se escribieron estando aún con vida.
El político, abogado, escritor, sociólogo, historiador, economista, profesor y defensor de la nacionalidad cubana ─concepto que define en sus escritos Contra la anexión─, no ha carecido de defensores y detractores.
No obstante la diversidad de opiniones acerca de su obra y su pensamiento, “(…) siempre conservará su condición de paradigma medidor de la identidad y de la virtud cubanas (…)”, apunta la historiadora Olga Portuondo en su libro José Antonio Saco eternamente polémico, donde añade que: “A pesar de que vivió la mayor parte de su vida fuera de Cuba (…) se reconoce su saber universal y que fue el primero en abrir a debate público las necesidades y los problemas esenciales de la Isla”.
Nacido en Bayamo el 7 de mayo de 1797, allí estudió primero en escuelas gratuitas, luego en el santiaguero Colegio Seminario San Basilio Magno y más tarde en La Habana en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio sería discípulo de Félix Varela, quien lo escogió para sustituirlo en la Cátedra de Filosofía cuando viajó a España como diputado a cortes en 1822.
Por entonces Saco comenzaba su quehacer periodístico, primero en el Diario Constitucional de La Habana y luego en La Gaceta de La Habana. Tras viajar a Estados Unidos en 1828, funda en agosto de ese año, en Nueva York, El Mensajero Semanal, en colaboración con Félix Varela.
La publicación, que a partir del segundo número saldría en Filadelfia, y en la que se manifestaba la preocupación de Saco por la patria, su espíritu polémico, su pensamiento sobre educación, pretendía divulgar entre los propietarios de la Isla los acontecimientos de América, los avances técnicos y literarios. El último ejemplar aparece en enero de 1831 y en diciembre la Real Sociedad Patriótica, que eligiera a José Antonio para dirigir la Revista Bimestre Cubana, premia su Memoria sobre las causas de la vagancia en la Isla de Cuba.
En 1834 viaja a Europa. En mayo de 1836 es electo Procurador a Cortes por el Departamento Oriental. En 1843 se reúne en París con sus amigos, los intelectuales cubanos José de la Luz y Caballero y Domingo del Monte, para analizar la situación política de Cuba.
Seleccionado en tres ocasiones diputado a las Cortes Españolas, nunca pudo asumir el cargo. José Antonio Saco murió en Barcelona el 26 de septiembre de 1879, a los 82 años. En su testamento expresó la voluntad de que lo sepultaran en La Habana y fue enterrado en el cementerio de Colón en 1880.