SANTIAGO DE CUBA, Cuba. -Este viernes, luego de 72 horas de que el régimen cubano mantuviese incomunicado a José Daniel Ferrer García, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), su esposa Nelva Ortega logró verlo en la Unidad Provincial de Instrucción Penal ubicada en Versalles, Santiago de Cuba.
Su esposa afirma que la corta visita se produjo sin privacidad, en una oficina donde estuvo presente el Mayor Roberto. “Lo encontré desmejorado de salud, pero con mucho ánimo y determinación” afirma Ortega.
Ferrer García le contó a su esposa, quien también es médico de profesión y activista de UNPACU, que los oficiales le dijeron que estaban molestos por el activismo constante del grupo y por apoyar las últimas medidas tomadas por el presidente estadounidense Donald Trump contra el Gobierno cubano. José Daniel afirmó también estar preparado para asumir cualquier sanción arbitraria.
Ortega Tamayo denunció que no le permitieron entregarle sus medicamentos pese a que los oficiales saben de sus padecimientos crónicos como gastritis y úlcera gastroduodenal, ambas enfermedades consecuencia directa de los ocho años que el opositor estuvo en prisión. También alegó que está sufriendo fuertes dolores en una muela que le lastimaron cuando fue fuertemente golpeado el día 11 de septiembre mientras se encontraba arrestado en la Primera Unidad Policial de la provincia, por liderar la marcha de los girasoles.
El líder juvenil de UNPACU, Carlos Amel Oliva, recordó que la Unidad de Instrucción Penal de Versalles es famosa en Santiago de Cuba por las pésimas condiciones y los tratos crueles que propician a los detenidos. Además de la falta de higiene, las ratas, cucarachas, mosquitos, etc.
En esta unidad también mantienen detenidos tres activistas más. En el caso de Roilán Zárraga Ferrer le permitieron darle aseo personal, porque los hijos de José Daniel son sus sobrinos. Pero Nelva condenó que a Fernando González y José Pupo Chaveco no permitieron pasarle nada, pese a que llevan 72 horas sin aseo personal. En el caso de este último, sufre de una discapacidad físico-motora, de una linfangitis e hipertensión arterial, y tampoco está siendo medicado.
Al respecto, Carlos Amel Oliva nos comentó: “Es lamentable porque estas dos personas son casos sociales, son personas desamparadas, no tienen familiar inmediato. Las recogimos de la calle mediante nuestra labor humanitaria y, dado lo apacibles que ambos son, les permitimos pernoctar en la sede y ayudar a asistir a otros necesitados.”
Por último, Oliva recordó que se trata de una nueva patraña del régimen cubano para llevar a prisión a José Daniel Ferrer por un delito común y engañar a la comunidad internacional. “Vamos a seguir defendiendo a José Daniel y a continuar el activismo pese a que las condiciones son actualmente muy adversas”.
Por otra parte, la comunidad internacional no se ha hecho esperar para condenar esta arbitrariedad del régimen cubano. Al respecto, el senador Marco Rubio y el congresista Mario Díaz-Balart reclamaron, mediante sus cuentas en Twitter, la libertad del líder opositor y de todos los presos políticos en la isla.
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