LA HABANA, Cuba, 15 de agosto de 2013, Aleaga Pesant/ www.cubanet.1eye.us.- La gran pelea del boxeador Eligio Sardiñas, Kid Chocolate, fue el intento de “entrar al cielo”, dice Jorge Enrique Caballero, en el unipersonal escrito, dirigido y actuado por él, estrenado en la Sala Adolfo Llauradó de El Vedado, el martes 13 de agosto.
“Para ganarse el paraíso, Eligio Sardiñas Montalvo (1910-1988) revivirá y analizará momentos de su vida, con la finalidad de llegar al arrepentimiento y renunciar a su pasado en la tierra… Esto lo pondrá en un dilema”, narra para el programa de mano el mismo Jorge Enrique. Se trata de un maduro actor (1980), que ya dejó su impronta en la televisión y el teatro, además de en varias de las películas más vistas en la Cuba de los primeros lustros del siglo XXI, como Hormigas en la boca, Kangamba, Martí, El ojo del canario y 7 días en La Habana.
Con la figura del mítico deportista cubano y estrella del boxeo profesional, Jorge Enrique creó un espectáculo dividido en doce episodios, que cronológicamente devela sucesos, vivencias, encuentros y desencuentros que nos acercan a ese hombre.
El actor se desdobla en personajes como Encarnación Montalvo (la madre), Black Bill (el amigo) y Pincho Gutiérrez (el mánager), acompañantes desconocidos y necesarios para completar la historia de la vida del Kid, no solo “luchando el baro” con su caja de limpiabotas y la venta de periódicos en La Habana, también corriendo tras las “blondas yumas” (parisinas o neoyorkinas), o embelesado al escuchar cantar a Carlos Gardel, en París.
No es una obsesión. En la búsqueda de argumento para el unipersonal, Jorge Enrique indagó en la vida de próceres, intelectuales y artistas negros. Juan Gualberto Gómez, Chano Pozo, Evaristo Estenoz, Martin Morúa Delgado, Brindis de Salas, fueron algunas de las personalidades que se sentaron en su mesa de trabajo.
Afirma que la construcción del personaje de Eligio (Gigi) Sardiñas, Kid Chocolate, le llevó casi un año de investigación (2011-12). Criado en el barrio de El Cerro, al igual que Kid, Jorge indagó puerta por puerta, periódico tras periódico de la época, buscando la huella del campeón, del que dice en entrevista personal, llevaba una gran frustración en sus últimos años.
De impecable sencillez escenográfica y vestuario, apoyado por un diseño de luces que pone a punto cada momento sublime o gris de la historia, y donde la música y el sonido juegan un importante papel en la ambientación de la obra, enlazando momentos y geografías. Chano Pozo, Ignacio Villa, (Bola de Nieve) y Carlos Gardel, vienen a unir las puntas del universo sonoro insular y universal en el que se movió el boxeador.
Para Ona Gutiérrez “existen pocos textos y espectáculos dentro de la dramaturgia y la escena cubana que recojan la historia de sus deportistas”. Lo que a su juicio lo hace uno de los méritos fundamentales de Kid Chocolate. Para el público cubano, además de lo anteriormente dicho, puede ser la oportunidad de reencontrarse con uno de los mitos negros más importantes del siglo XX nacional. Un altar donde aparecen deportistas, artistas e intelectuales, cubanos, más que cualquier otra cosa, como diría José Martí.
Jorge Enrique se graduó en el año 2004 en el Instituto Superior de Arte (ISA). En 2005 comienza a trabajar en la compañía teatral Rita Montaner. Allí interpreta personajes en las obras Comedia de equivocaciones, Réquiem por Yarini y Baile sin máscaras. En 2007pasó a Mephisto Teatro, trabajando en la súper producción 7 contra Tebas, y en Huevos y Plácido. Para el 2011 permutó al grupo teatral Buendía participando en Un tranvía llamado deseo y Charenton.
La obra inspirada en Kid Chocolate estará en escena durante el resto del mes de agosto y principios de septiembre, a las seis de la tarde, de martes a jueves.