MIAMI, Estados Unidos. — En agosto de 1993 salió al mercado el tercer álbum de la banda neoyorkina Type O Negative, titulado Bloody Kisses (Besos Sangrientos), que los catapultó a la fama al imbricar la potencia del gothic metal con las melodías oscuras del doom y el metal progresivo. En este álbum también asoma una ligera apertura hacia el pop, que contribuyó a hacer más potable la propuesta musical de grupo, caracterizada por riffs fuertes y graves, y vocalización gutural.
Type O Negative, fundada en 1989, figura entre las primeras bandas estadounidenses que cultivó el metal extremo con una variedad de influencias, desde el heavy y el thrash hasta el hardcore. Era también reconocida por su grotesco sentido del humor, sobre todo humor negro, y las letras dramáticas propias del gothic metal, que abordan temas como los amores trágicos, el sexo, la depresión y la muerte.
A diferencia de sus dos fonogramas anteriores, Bloody Kisses pegó varios hits en la escena underground, algunos muy polémicos como Christian Woman, Black No.1 y Kill All the White People. Las canciones de Type O Negative fueron catalogadas de políticamente incorrectas por sus referencias directas a cuestiones raciales y de religión, a la misoginia, la guerra y el conservadurismo.
Bloody Kisses, producido por Roadrunner Records, fue el primer trabajo de la banda en ganar un disco de platino por sus ventas. Con este disco quedó definido el estilo de Type O Negative, una formación de culto en la escena metalera de los años noventa cuyo surgimiento, según declaró su vocalista y líder, Peter Steele, tiene raíces en la música de Black Sabbath.
A lo largo de la década la banda produjo otros dos fonogramas exitosos, ganando su primer disco de oro. Se mantuvo activa hasta el año 2010, cuando Steele murió repentinamente de un ataque cardíaco.