MIAMI, Estados Unidos. – Ubicados en el municipio de Sagua la Grande, en el centro norte de la Isla, los Mogotes de Jumagua, un conjunto de ocho cerros de 87 metros de altura, se erigen como un tesoro natural escondido en el paisaje cubano.
Estas formaciones rocosas, la segunda de su tipo más grande del país ―solo por detrás de Viñales―, fueron declaradas Reserva Ecológica Nacional en 1984, pero aún son desconocidas para la mayoría de los cubanos.
El camino hacia estos majestuosos mogotes está rodeado de un vasto palmar, antes la zona más boscosa del área, que ahora se ha convertido en tierras de cultivo y ganadería. Sin embargo, la reserva ecológica alberga una gran diversidad biológica, incluyendo especies endémicas como la Palmita de Jumagua o Yuraguancillo, y el vistoso roble enano, ambas consideradas patrimonio vegetal y en peligro de extinción.
Los mogotes pertenecen al grupo orográfico de Alturas del Noroeste, están formados por rocas calizas del Cretácico Superior y albergan un extenso sistema cavernario, que sirve de refugio para la fauna única de la región. Estas cuevas, como La Gruta Verde, La Cueva del Agua, la del Sijú y la de los Lagartos, han sido decoradas durante siglos con pictografías de los indios que vivieron en ellas, aportando un significativo valor histórico al lugar.
Además del valor biológico, los Mogotes de Jumagua poseen un valor prehistórico e histórico insuperable, que va desde fósiles encontrados en la zona hasta los vestigios de visitas de corsarios y mambises. Por su parte, la antigua leyenda de los piratas que escondieron un tesoro de oro en las cuevas añade un toque de misterio a la fascinante historia de los mogotes.
Esta joya del sistema nacional de áreas protegidas cubre un área de 362 hectáreas y ofrece un contraste impresionante con la gran llanura que los rodea. Las formaciones de mogotes, que están entre las más definidas de la región central, se destacan en el paisaje y ofrecen una muestra única de la belleza natural de Cuba.
Pese a su riqueza ecológica y su importancia para la historia y la ciencia, los Mogotes de Jumagua siguen siendo en gran medida desconocidos para el público general.