LA HABANA, Cuba. – Cuando Roxana García Lorenzo y su esposo, Jonatan López, partieron al exilio, en Alemania, lo hicieron con la convicción de que no sería una derrota ni el fin de su activismo en defensa de los derechos humanos en Cuba. Apenas un año y medio antes se habían convertido en una de las familias más activas en la Isla en defensa de la libertad de los presos políticos cuando el hermano de ella, Andy García Lorenzo, fue detenido por participar en las protestas del 11 de julio de 2021 (11J) en Santa Clara y condenado a cuatro años de prisión.
Tanto Roxana como sus padres, su esposo y sus suegros, comenzaron a alzar su voz tanto en redes sociales como en plataformas de la prensa independiente e internacional. Incluso llegaron a enfrentarse a la Seguridad del Estado y protagonizar protestas públicas.
En un año, lograron articular ayudas económicas y logísticas para varios presos políticos y sus familias (las llamaron “Ayudas a los valientes del 11J”). Ello, unido a su frontalidad contra la dictadura, los convirtió en blancos de ataques constantes por parte del aparato represivo.
A Jonatan López y su padre les abrieron expedientes criminales y los amenazaron con la prisión. A Andy García lo torturaban en la cárcel, diciéndole que su hermana sería encarcelada si no se callaba y colaboraba. Vigilancias, detenciones arbitrarias, multas y otros patrones represivos se sucedieron sobre la familia. El padre de Roxana y de Andy incluso fue agredido con arma blanca por un individuo que llamó “delincuente” a su hijo.
Los primeros en abandonar la Isla fueron Jonatan, su padre, su madre y su hermana menor de edad, que cumplió 15 años en un centro para refugiados políticos en Alemania. Roxana lograría unirse a ellos unos meses más tarde. En entrevista con CubaNet, la joven relató lo difícil que fue la decisión para todos y que fue su propio hermano el que le pidió que saliera del país y así evitara la cárcel.
Pese al destierro y la separación del resto de la familia, parte del corazón de Roxana y de Jonatan ha quedado en su tierra. Hoy, desde Alemania, refugiados políticos y con proyectos de vida diferentes a los que alguna vez se imaginaron, persisten en su lucha por visibilizar y exigir la liberación de los presos políticos en la Isla. Han participado en protestas públicas en contra de la dictadura cubana, así como organizado la campaña “Ni un preso político más en Cuba”.
¿Quiénes son y qué se proponen?
Jonatan y Roxana lideran esta iniciativa, junto a otros activistas, algunos de ellos dentro de la Isla. Luego de meses de preparación, la campaña fue lanzada oficialmente el 3 de junio pasado.
García Lorenzo explicó a CubaNet que el objetivo es “visibilizar la grave situación de derechos humanos de los presos políticos cubanos” y que los mueve “el deseo de dar a conocer públicamente la mayor cantidad de personas presas políticas y de manera individual”, así como “lo que vive cada una de ellas en una prisión del régimen”.
“Además de esto, intentamos crear conciencia sobre su vida antes del encarcelamiento y el hecho de que en la mayoría de los casos no son ni siquiera personas ligadas a la política o al activismo; son personas normales y corrientes a los cuales de un día a otro su vida les cambió drásticamente por el simple de hecho de exigir un cambio ese 11 de julio en Cuba”, explica la joven.
Aunque reconoce que existen organizaciones enfocadas en documentar y visibilizar la situación de los presos políticos, afirma: “Hay una necesidad de que existan este tipo de iniciativas” porque “cada día es más la represión en Cuba y crece el número de presos políticos”.
Según el más reciente informe de Prisoners Defenders, en la Isla existen actualmente 1.100 presos políticos, quienes son sometidos a torturas físicas y psicológicas constantes.
“Creemos que debemos ser cada día más los que denunciemos estos actos represivos y les demos voz a los que no tienen, así como creemos que tenemos que reinventarnos a la hora de hacer este contenido el cual no es fácil de posicionar en redes porque no es un contenido agradable de ver, no es nada gracioso o de chisme, sino todo lo contrario”, explica la joven.
La campaña llega en momentos en que el régimen se estaría preparando para hacer frente a protestas debido al agravamiento de la crisis y el descontento ciudadano en el país.
“El Gobierno cubano ha llegado al extremo de amenazar a través de la televisión nacional con aplicar la pena de muerte a aquellos que se atrevan a manifestarse en las calles”, expresó Jonatan López.
Juntos por el cambio
Los jóvenes de 23 años convocan a unirse “en esta lucha por la libertad” y a alzar la voz “por quienes no pueden hacerlo”.
“Miles de voces han sido silenciadas, cientos de familias destruidas por un régimen que busca acallar la libertad. No podemos permitir que esto continúe. (…) ¡Juntos podemos lograr un cambio!”, reza la convocatoria de la campaña.
La pareja cree que “muchas cosas han cambiado para el régimen cubano”, que “vive el peor momento de su historia”.
“Todo esto en gran medida se debe al trabajo que hemos hecho los activistas y organizaciones, a las denuncias de las aberraciones que hace esta dictadura cada día contra su pueblo y sus presos políticos. El hecho de poner el foco sobre Cuba hace que ya no sea tan fácil para políticos extranjeros afines al régimen seguir mostrando su apoyo”, asegura Roxana.
Para su esposo, “este trabajo cada vez está dando más resultados; ejemplo de eso son las resoluciones del Parlamento Europeo sobre Cuba”, dice. Aun así, “la gravedad de la situación es innegable y no podemos permanecer indiferentes”, termina.
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