MIAMI, Estados Unidos. – El Observatorio de Libertad Académica (OLA) de Cuba denunció esta semana violaciones de derechos culturales e injerencias políticas en la dirección de la Academia Cubana de la Lengua (ACuL).
Según una reciente nota de prensa del OLA, el cambio de dirección de la ACuL en junio de 2022, cuando el poeta Roberto Méndez renunció alegando “motivos de salud” y fue sucedido por el ensayista Jorge Fornet, estuvo marcado por motivaciones políticas y se relaciona con violaciones de derechos culturales en la región.
Este cambio de dirección ocurrió un mes después de que Méndez, en solidaridad con la Academia de la Lengua de Nicaragua, clausurada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, firmara un documento de apoyo a sus colegas nicaragüenses y respaldara un comunicado de la Real Academia Española que defendía “las libertades de pensamiento, expresión y asociación”.
De acuerdo con el OLA, tras estos acontecimientos Méndez fue marginado, mientras que la administración cultural cubana mantuvo un silencio hasta marzo de este año, cuando Fornet fue presentado como director de la ACuL durante el IX Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en Cádiz, España.
El informe denuncia que “la defenestración de Méndez y su reemplazo por Fornet tuvieron como objetivo el escarmiento del primero así como el alcance del control total de la institución con el segundo”.
Asegura también que esta maniobra forma parte de una estrategia de “autoritarismo cultural” que busca infiltrarse en instituciones con historial de resistencia y autonomía.
El OLA advierte sobre el “sistemático secuestro de las instituciones culturales cubanas bajo una fachada democrática” y lamenta la creciente presencia del Departamento de Seguridad del Estado en la escena cultural cubana.
El Observatorio concluye haciendo un llamado de alerta sobre el futuro de instituciones prestigiosas como la ACuL y la Oficina del Historiador de la Ciudad, las cuales, según afirma, están siendo manipuladas para servir a los intereses autoritarios del régimen cubano con consecuencias alarmantes para el desarrollo y el patrimonio cultural de la nación.
“El ODC exige a instituciones homólogas extranjeras que no colaboren con comisarios que hacen extensivo este daño sobre la cultura cubana”, pidió la ONG cubana.