LA HABANA, Cuba. -Con la Copa Mundial Brasil 2014, Cuba se convierte en una gigantesca cancha de fútbol. Si la cotidianidad indica que ya este deporte le disputa la supremacía al béisbol, durante el período en que transcurra la Copa lo aventaja definitivamente.
Cualquier espacio es válido para instalar una rústica portería: terrenos, parques, calles, pasillos de edificaciones… Son sitios en los que una población muy joven, además de practicarlo, demuestra estar al día en las novedades del fútbol internacional.
La cobertura informativa que está recibiendo aquí la Copa Mundial es solo comparable con la que se brinda a los atletas cubanos de primer nivel en las competencias internacionales. La televisión transmite todos los partidos. Es muy probable que alguna sala cinematográfica ofrezca también los más importantes enfrentamientos.
La derrota de España cinco goles por uno, a pies de Holanda, llenó de pesar a los fanáticos cubanos. El país ibérico es uno de los preferidos de nuestros compatriotas, quienes siguen de cerca al Real Madrid y al Barcelona, ya sea en España o en topes internacionales. Otros equipos preferidos son Brasil y Argentina.
Aproveché que dos muchachos pateaban un balón en uno de los portales del policlínico Nguyen Van Troi, en el municipio de Centro Habana, para indagar más sobre estos tópicos. Al preguntarles que cuál era el deporte que más les gusta, la respuesta fue diáfana: “Eso no se pregunta, tío, claro que es el fútbol”. ¿Y el béisbol qué, no les gusta? “Bueno sí, nos gusta un poquito, a veces vamos al estadio, sobre todo cuando juega Industriales. Pero el fútbol es más emocionante”. ¿Y cuáles son sus futbolistas preferidos? “Lionel Messi y Cristiano Ronaldo”.
A renglón seguido quise comprobar algo : Bueno, ¿y qué futbolistas cubanos prefieren? Se miraron incrédulos, como si les hubiese preguntado en otro idioma. “La verdad es que no conocemos a ninguno”, contestó al cabo uno de los muchachos. Pero, ¿y qué equipos de aquí, de Cuba, les gustan más? “Mire, tío, no siga. Déjenos jugar. Nosotros no sabemos si aquí hay campeonatos de fútbol”.
Entonces, ¿cómo es posible que exista tanta pasión por el fútbol en un país sin tradición de ese deporte, y donde sus campeonatos nacionales apenas cuentan con cobertura mediática? Claro, cualquier observador medianamente informado conoce la manipulación de los gobernantes de la isla. Ellos llevan años saturando la programación de la televisión con los torneos y ligas futbolísticas internacionales, mientras que los comentaristas deportivos se esforzaban porque los aficionados cubanos siguieran las estadísticas goleadoras de las estrellas mundiales de este deporte.
Todo eso para distraer la atención de los cubanos de a pie, y que nada supieran de nuestros peloteros que abandonaron la isla para jugar en las Grandes Ligas de Estados Unidos. Ahora, cuando se vieron forzados a televisar algunos juegos del béisbol internacional, se cuidan de que aparezcan los “desertores” que brillan al más alto nivel.