LA HABANA, Cuba, 23 de marzo de 2013, 173.203.82.38.- A propósito de la muerte de Bebo Valdés, el director de Habana Ensamble, el saxofonista César López, considerado el Charlie Parker cubano, nos ofreció declaraciones.
“Tuve la oportunidad de compartir escenario con Bebo. Lo conocí en Suecia desde mi época con Irakere. Bebo fue una institución, una cátedra de la música cubana. Tocamos juntos con Diego El Cigala en el teatro Berbican, de Londres, lo disfrute mucho. Bebo fue uno de los más grandes arreglistas que tuvo Cuba, un músico imprescindible en el quehacer de la música cubana de los años 50. Como persona, también merece ser recordado por sus valores personales”.
La muerte de este grande parece estar obligada a pasar inadvertida dentro de Cuba. Los medios de información poco o nada se han pronunciado. Pero la omisión no usurpa el legado de Valdés, reconocido hasta por quienes voltearon la página de su obra musical.
La Zorra y el Cuervo, club habanero ubicado en la céntrica avenida 23 de El Vedado, es considerado el templo del Jazz de los músicos y amantes de este género. La foto de Bebo llena uno de los espacios del pequeño local mezclándose con imágenes de su hijo y otros grandes de la música.
Waldo Cárdenas, productor de este lugar, nos ofreció su opinión al respecto:
“Bebo Valdés es imprescindible dentro de la música cubana. En sus últimos años también realizó aportes musicales importantes. Su muerte es una perdida física lamentable pero su obra está viva y vibra en estos rincones. Bebo incorporó elementos al Latin Jazz que se venían heredando de la época de Mario Bauzá en los EUA, el tratamiento que otorgó al estilo ha sido único”.
Bebo Rides Again marcó el inicio de la última etapa de aportes musicales de Bebo Valdés, es como si nos dijera que volverá siempre, consecuente con todos los sentidos de la vida, sobre todo con la música. Adiós al músico que perteneció al mundo sin dejarse arrancar de su tierra.