LA HABANA, Cuba.- “Una verdad a medias es lo que nos ha mostrado los medios en relación con lo ocurrido en Viña del Mar con la cantante Danay Suarez, como si fuera un crimen reconocer públicamente que Dios existe”, dijo un miembro de La Iglesia Metodista de Cuba a un equipo de esta redacción.
La rapera cubana rompió con todos los esquemas en su actuación en la edición 58 del Festival de la Canción en Chile. Sorprendió al jurado del evento cuando cambio la letra de la canción en el último momento para “dar un mensaje de salvación.”
Yo aprendí era el título de la canción que estaba programada en su salida al escenario, pero a última hora ella decidió que “era más importante salvar una vida” e interpretó la renovada versión Dejando el mundo.
Se trató ni más ni menos de un mensaje cristiano tradicional sin dejar de incluir la “sana moral” que rodea a ese estilo de vida, sin embargo, los medios oficiales nunca informaron las razones de su cambio de parecer.
La cantante dijo a la prensa local que “ya se sentía premiada y que había cumplido con su deber.”
El hecho hizo que el jurado, presidido por Mario Domm, postergara la entrega de los premios. Las reglas del concurso descalificaban por defecto a la artista, sin embargo, al día siguiente se le entregó una Gaviota Especial a la Inspiración, y un premio en metálico de 30 000 dólares, equivalente al primer lugar.
La prensa oficialista, además de omitir en qué consistió el cambio de letra de la compositora cubana, se limitó a criticar el evento diciendo que estuvo marcado por “fallas organizativas” en su cierre.
La política que el Gobierno cubano ha mantenido por más de medio siglo se ha encaminado a tratar de alienar todo lo relacionado con el mundo religioso, aunque ha adoptado de manera solapada la santería: la típica negrita cubana vestida de colores llamativos, el tabaco, el ron, como imagen de gancho al turismo internacional.
A pesar de los últimos aparentes acercamientos de la Iglesia católica al Gobierno con la visita de los diferentes pontífices, es todavía perceptible el recelo por parte del régimen de admitir abiertamente un mensaje religioso.
El público cubano, principalmente el relacionado con las esferas cristianas ha quedado ávido una declaración de la artista cubana en relación a su mensaje.