MIAMI, Estados Unidos. – Alberto Quiñones Betancourt, vicepresidente del Banco Central de Cuba (BCC), ofreció declaraciones en el programa Mesa Redonda donde reconoció la “crítica” situación del efectivo y el servicio de las sucursales bancarias en la Isla tras el inicio del proceso de bancarización que impulsa el régimen.
No obstante, el vocero del Gobierno reiteró que la falta de efectivo en los bancos no es consecuencia de la bancarización pues, según dijo, la práctica común sigue siendo la tendencia a la extracción, más que al depósito de dinero.
Asimismo, el funcionario aseguró que la prioridad para el BCC es disponer de efectivo para la población, familias, jubilados y los trabajadores cubanos.
“Aunque aún no es suficiente, sí es importante observar cómo mejora el servicio de los cajeros automáticos, donde la prioridad es nuestra población. Proceso de #Bancarización es la respuesta a un mejor servicio a nuestro pueblo”, compartió Quiñones Betancourt en su perfil de la red social X.
Las declaraciones del funcionario cubano forman parte de una campaña del Gobierno, iniciada el pasado 3 de agosto, para impulsar el proceso de bancarización de la economía. Con ella, el régimen busca aumentar los canales de pago electrónico en detrimento de las transacciones en efectivo.
Calificada por varios economistas como una medida perjudicial para la economía encaminada a fiscalizar los flujos de dinero y ganancias en el sector privado, la bancarización sigue despertando recelos también dentro de la población debido a sus efectos más inmediatos y negativos en la vida cotidiana del cubano.
En una entrevista con CubaNet, el economista Elías Amor calificó la medida como un “trastoque en el ámbito de las pequeñas y marginales relaciones económicas” en Cuba y la describió como un “ejercicio de represión económica”.
Además, Amor advirtió que la ejecución de esta regla podría estimular un conflicto social, puesto que pone en grave peligro la debilidad estructural de la economía cubana, llegando incluso a la posibilidad de “una convulsión social de magnitud difícil de anticipar”.
“No he encontrado a ninguno [actor económico] que se beneficie, ni siquiera el Gobierno, porque el Gobierno con esta medida lo que está es demostrando que no tiene ni idea del funcionamiento de una economía”, resaltó el economista.