LA HABANA, Cuba. — Una de las obras del Premio Nacional de Artes Plásticas Nelson Domínguez, ubicada en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional, ha dado mucho de qué hablar recientemente: se trata de un retrato a la cantante cubana Daymé Arocena, en palabras del artista visual Yulier Rodríguez Pérez (Yulier P.), grotesco y desagradable.
Con “El artistaje del Gío Gío”, el joven pintor quiso “ubicar a Nelson Domínguez en un contexto donde su imagen puede tener interpretaciones desagradables también”. Para Yulier P., la obra en la que Domínguez utiliza el rostro de Arocena puede tener varios puntos de interpretación que pueden ser maliciosos y dañinos para la imagen de la cantante, quien reside actualmente en Puerto Rico.
“Es un dibujo que lo hice bastante indignado porque Daymé es una artista que admiro y es una mujer digna que ha salido a defender siempre los derechos y la dignidad de los cubanos. Me sentí comprometido en hacer una obra donde ubicara a Nelson en el mismo contexto donde él la ubicó a ella”, declaró el artista a CubaNet.
La pieza de Nelson Domínguez es parte de una exposición a propósito del Festival Internacional Jazz Plaza; esta, así como otros retratos de jazzistas pintados por el artista de la plástica, se exhiben en el lobby de la Sala Avellaneda.
Aunque Yulier P. no puede asegurar que la obra de Domínguez sobre Daymé Arocena haya sido un encargo de las autoridades cubanas a raíz de las fuertes declaraciones de la cantante sobre las instituciones culturales y la realidad cubana, “visual y artísticamente es bastante explícita en su contenido”.
“Hay que tener en cuenta, y para nadie es un secreto, que todo artista o persona pública que tenga un discurso contrario a las intuiciones de la Isla, en cierto modo el régimen va a tratar de desacreditarlo o de denigrar su imagen, no es la primera vez que se ha hecho, es una práctica bastante cotidiana”, apuntó.
Hace apenas un mes, en el canal del influencer Carnota, Daymé Arocena declaró: “Sueño con que se caiga todo eso, el día que se caiga créeme, pa´lla voy yo como la primera”. Además, recordó una conversación que tuvo con el dirigente oficialista Abel Prieto, donde entendió que “la música estaba politizada en Cuba” y que se tenía que ir.
Para Yulier P, quien es conocido por sus enormes lienzos con criaturas amorfas, sus grafitis contestatarios y su activismo contra la dictadura cubana, la obra realizada por Nelson Domínguez, reduccionista y grosera, “para nada es un elogio o es agradable para la imagen de Daymé”.
“Tengo la convicción y soy de los que pienso que el arte es la realidad hecha poesía”, dijo. Precisamente y sobre su arte, Yulier P. sostuvo que ha tratado de que sea una herramienta de construcción ciudadana.
“Lo único que ha hecho es tratar de demostrar la realidad que vivimos los cubanos y de alguna forma darle utilidad para que beneficie a todos los que se sienten oprimidos, dañados o sufren por alguna que otra injusticia”, expresó el artista.
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